martes, 9 de febrero de 2010

manuscrito 4

el sabueso y el viejo comienzan a buscar,
el norte de los peldaños para bajar al mar,
en la orilla descansaba un antiguo coral,
con barba de mariscos y redes para pescar.

se fueron a conversar reflujos de ciudad,
que el hombre era un pez sin branquias para hablar,
el viejo escuchaba con gran tranquilidad,
el sabueso a un hueso comenzó a mascar.

las caracolas con el viento dirán la verdad,
solo entenderán los que sepan escuchar,
las cuerdas de las nubes mal atadas estas,
por eso todas se pusieron a llorar.

la arena como toalla se usa pa` abrigar,
gaviotas que no vuelan las han de discriminar,
palomas de la urbe río torrencial,
así es como las ratas se comienzan a asfixiar.

piratas de cometas han de naufragar,
me dijo mientras lograba observar,
que el sol es una posa sin fondo ni final,
las rocas son los peces en la arteria artificial.

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