martes, 16 de marzo de 2010

manuscrito 7

Nadie la sacó a bailar,
nadie vio el rostro de su corazón,
sostenía su espina dorsal,
sólo la callaba el sol.

Junto a un acorde de ciudad,
sonaba un viejo reloj,
las cuerdas van a danzar,
queso, sueño de un roedor.

La nieve florecerá,
todos saben que el agua se ahogó,
silvarán macetas de cristal,
al parecer un zapato brotó.

Nubes, corazones lloverán,
el cielo como un pecho se abrió,
el silencio se logra contemplar,
al parecer el pulso se perdió.

Paraíso mas allá del mar,
con realismo de soñador,
suban escaleras de espiral,
poesía de un leñador.

miren, salten a cavar,
palas, cucharas de comedor,
respirar la vida al azar,
con un lápiz borren el temor.

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